
Trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos alimenticios o trastornos de la conducta alimentaria (TCA) abarcan varias enfermedades crónicas y progresivas que, a pesar de que se manifiestan a través de la conducta alimentaria, en realidad consisten en una gama muy compleja de síntomas como: una alteración o distorsión de la auto-imagen corporal, un gran temor a subir de peso, como conductas inapropiadas y nocivas para perder peso, así como un control inadecuado en la cantidad de alimentos que se ingieren.
Para que se generen estos trastornos intervienen varios factores (sociales, culturales, genéticos, etc).
Los trastornos alimenticios más frecuentes son: anorexia, bulimia, comer compulsivo (trastorno por atracón), entre otros.
¿En qué consisten?
La anorexia nerviosa se caracteriza por una pérdida de peso elevada que lleva a la desnutrición, debido al seguimiento de dietas extremadamente restrictivas y al empleo de conductas purgativas (vómitos, ejercicio físico en exceso). Estas personas presentan una alteración de su imagen corporal sobrestimando el tamaño de cualquier parte de su cuerpo.
Los problemas de nutrición que condiciona la anorexia frecuentemente generan alteraciones menstruales o de la libido.
La bulimia consiste en ataques de ingesta excesiva de alimentos que vendrán seguidos por ayunos o vómitos para contrarrestarlas, uso o abuso de laxantes para facilitar la evacuación, preocupación excesiva por la imagen corporal y sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad por no tener autocontrol.
El comer compulsivamente o trastorno por atracón, como su nombre lo indica, consiste en una ingesta superior y compulsiva de alimentos.
¿Cómo se tratan?
Con frecuencia, las personas con trastornos alimenticios no reconocen ni admiten que están enfermos. Como resultado, pueden resistirse fuertemente a empezar y permanecer en tratamiento. Al tratarse de padecimientos generado por muchos factores, frecuentemente se requiere un tratamiento por varias especialidades (p. ej. médico, psicológico y nutricional)
Los trastornos alimenticios pueden ser tratados y puede restaurarse un peso saludable. Entre más pronto se diagnostique su trastorno y se trate, con mayor probabilidad los resultados serán mejores.