Déficit de atención e hiperactividad
Es un trastorno que se manifiesta por hiperactividad, impulsividad y falta de atención. Para que se presente probablemente intervienen factores genéticos y del ambiente en los primeros años de vida ( problemas durante el parto, problemas del desarrollo, en la crianza, en los límites, en la dinámica familiar, factores sociales, etc.). Se ha demostrado que en este trastorno existe una alteración a nivel cerebral.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil. Aparece en la infancia y puede persistir y manifestarse en la edad adulta.
¿En qué consiste?
Los niños con TDAH son muy inquietos e impulsivos ( hacen las cosas sin pensarlas), además tienen problemas para prestar atención y para concentrarse. A pesar de intentarlo, son incapaces de escuchar correctamente, de organizar sus tareas, de seguir instrucciones complejas, de trabajar o jugar en equipo. El actuar sin pensar provoca problemas con sus padres, amigos y profesores. Suelen ser niños inquietos, siempre en movimiento, incapaces de permanecer sentados mucho tiempo o con una constante inquietud.
El TDAH afecta negativamente al rendimiento de estos niños en la escuela, así como a otros aspectos de su vida familiar y social. Tiene tres síntomas básicos: hiperactividad, impulsividad y falta de atención, identificados de la siguiente manera:
Datos de hiperactividad-impulsividad
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Inquietud, el niño se mueve mucho en su asiento
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Se levanta cuando debería estar sentado.
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Corre y salta en situaciones inapropiadas.
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Presenta dificultad para jugar tranquilamente.
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Se comporta con frecuencia, “como si trajera un motor”.
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Habla mucho en situaciones en las que no debería hacerlo.
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Responde antes de que finalice una pregunta.
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Tiene dificultad para guardar el turno en actividades de grupo.
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Interrumpe a otros en los juegos, conversaciones, etc.
Datos de inatención
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No atiende detalles y comete errores.
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Dificultad para mantener la atención.
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No sigue instrucciones y no termina las tareas.
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Dificultad para organizarse.
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Evita tareas que requieren esfuerzo continuo.
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Olvida y pierde cosas necesarias para su actividad.
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Se distrae fácilmente por estímulos externos.
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Es olvidadizo en las actividades diarias.
La entrevista a los padres es primordial en el proceso de evaluación. Frecuentemente es difícil confirmar el diagnóstico de TDAH sólo con la entrevista del niño o del adolescente, ya que son capaces de mantener la atención y el control conductual mientras están en la consulta.
También es esencial obtener información de conductas y aprendizaje escolares, así como de los cursos y calificaciones obtenidas. Profesores, trabajadores sociales escolares y orientadores pueden proporcionar información sobre las intervenciones que se hayan intentado y sus resultados.
¿Cómo se trata?
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Los objetivos del tratamiento se centran en:
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Reducir los síntomas del TDAH
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Reducir el riesgo de complicaciones
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Educar al paciente y a su entorno sobre el trastorno
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Mejorar las habilidades de abordaje de los pacientes, padres y maestros.
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Las tres bases imprescindibles del tratamiento son:
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Información exhaustiva a padres y profesores.
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Tratamiento farmacológico.
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Tratamiento psicoterapéutico.
